viernes, 18 de enero de 2008

Análisis de El Beso de la Mujer Araña

El título de la Mujer Araña nos remite a varios significados. La palabra o acción “Beso”, posee dos definiciones que se podrían relacionar con la obra. Estas son: “Beso u otra manifestación de afecto que encubre traición” o bien “el que se da en muestra de cariño y amistad.” Dentro de la novela se desarrolla la relación entre los personajes, además de la traición encubierta por Molina hacia Valentín. Tomando estos dos referentes se obtiene el beso que encubre la traición y el afecto que ambos presos sienten el uno por el otro. Se nos revela, además, que Valentín apoda a Molina como la mujer araña; y el beso es aquél que los dos amigos se dan por última vez. El beso final, la muerte.

En ésta novela se desarrollan diversos temas y motivos que nos pueden guiar hacia el centro fundamental de la obra. Mas es importante recalcar la homosexualidad de Molina de entre todos los temas, porque es por ello que se van desencadenando sucesos de gran importancia, como es por ejemplo la disminución de la soledad. Al momento que ingresaron a prisión, Molina y Valentín ya habían experimentado la decepción amorosa de una u otra forma. Molina por su parte no tuvo una relación de pareja con un mozo en un restaurant, mientras que Valentín no le pudo profesar su amor a Marta, una compañera en el movimiento político. Al haber sentido esa soledad aparente Valentín se refugia en Molina y éste a su vez en Valentín; experimentando ambos, posteriormente, una atracción más aparente por su compañero. La homosexualidad se puede presentar en la sociedad en distintos ambientes. La cárcel es una de ellas. Al permanecer dos personas en una celda, las veinticuatro horas del día, por un lapso indefinido de tiempo, se crean lasos únicos por la convivencia diaria. Es por ello que se considera que la narración es de carácter realista, porque trata temas que se dan usualmente en la sociedad.

La narración muestra diversos ambientes, los que permiten interpretar e ingresar en la trama de la historia. El suspenso es uno de esos ambientes, por que desde el inicio de la obra el lector trata de conocer los hechos que poco a poco van originando nuevos sucesos; como son por ejemplo: el lector no sabe a que momento Molina va a traicionar a Valentín o si es que lo hará, además si es que éste llega a confesar o no su régimen político.

Los personajes de ésta novela son básicamente Valentín y Molina. Los cuales al comenzar la historia se mantenían distanciados uno del otro, debido a la falta de confianza. De ellos no existe mayor información física, tan solo el trato que se dan el uno al otro. Molina es un preso sentenciado por corrupción de menores. Refleja su homosexualidad con el trato dulce y gentil que le da a Valentín; además se describe como una persona sensible e incluso se refiere a sí mismo en término femenino. Es un hombre apegado a su madre, totalmente detallista con aquellas personas a las que siente afecto y con los que quería entablar amistad. Valentín por su parte es un activista político, de carácter fuerte, no confía o entabla amistad con facilidad por su tendencia política.

La confianza llega cuando Valentín se enferma y cuando es Molina quien se hace cargo. Posteriormente su relación cambia hasta tal plano sentirse atraídos. Su atracción física se desarrolla en una celda de prisión de Buenos Aires, Argentina. La fecha exacta de cuando se desarrollan los eventos se desconoce, solo nos permite tomar en cuenta los días que van transcurriendo hasta la terminación de la obra.

La acción en el texto es mixta, ya que está estructurada con oraciones breves, como las de los diálogos, y oraciones complejas y largas como las de las narraciones en las películas; lo que facilita su lectura y al mismo tiempo la detiene según ésta se vaya desarrollando. En la estructura interna, el texto comienza in media res, ya que según los datos que se ofrece al comienzo, el lector desconoce qué fue lo que les llevó hasta la cárcel. Posteriormente se va describiendo los sucesos por los que Molina y Valentín se hallan allí y su relación. La novela desde allí se desarrolla en forma lineal hasta el final. El autor nos presenta el final de la novela con hechos superfluos, dejando a la interpretación del lector libre elección. Por ello se le considera como un final abierto. En las citas siguientes se describe subjetivamente la posible muerte de Valentín o se deja a elección del lector quién fue el asesino de Molina:

Las descripciones de la novela se hallan inmersas en los diálogos. Manuel Puig, maneja los detalles con cuidado, de forma que podemos recrear la escena, el cambio de ambiente o lugar en el que se desarrolla. El lenguaje en su mayoría utiliza palabras familiares al lector, mas otras nos reflejan los argentinismos que emplea el autor; por ejemplo: “mufa”, “mate”, “pileta”, “omnibus”, etc.

Análisis de Boquitas Pintadas

En “Boquitas Pintadas”, el título nos conduce al posible romance que existe en la sociedad. Es importante para una mujer seducir con un tono atrayente para quien las admira. Además el título es tomado de un verso del tango de Alfredo Le Pera en la película Tango en Broadway (1934).

En algunas obras, Manuel Puig, ha tomado elementos de su vida para incluirlos en las historias. Un buen ejemplo de ello que utiliza características del cine para manejar una nueva estructura narrativa al estilo del cine. Esta puede ser con el uso de técnicas como montaje, desplazamiento, asociación de ideas o con el empleo de formatos y estereotipos, tales como folletín, radioteatro sentimental, telenovela, diarios íntimos, diálogos telefónicos, de los que el lector "oye" sólo una de las partes, y conversaciones multitudinarias en las que se llega a perder el hilo.

Existe también la presencia del cine en las películas y actores nombrados. Esta pasión de Puig, se originó luego de un trágico suceso que marcó su vida desde la niñez. La muerte de su hermanito recién nacido en 1943. Fue allí cuando su madre para sacarlo de la depresión lo llevaba a los filmes de la Metro, entrando desde allí en un mundo mágico como lo es el cine.

Según Manuel Puig, para él era muy importante el intentar con una nueva forma de literatura popular, esto es el tomar los distintos medios de comunicación para emplearlos dentro de la novela. Esto es ya que tenía presente la primera generación de argentinos, hijos de inmigrantes que llegaron al país a fines de siglo. No sabían cómo era ser argentino, por lo que encontraban características en el cine, en la radio, en las revistas deportivas o femeninas. La influencia de estos medios de comunicación fue muy importante en este contexto.

Se ha dicho que la primer parte de la novela Boquitas pintadas de rojo carmesí, es la felicidad, los sentimientos; mientras que la segunda, Boquitas azules, violáceas, negras sigue la línea del tango. Además que éstas terminarán siendo presagios y advertencias de los desenlaces en la vida de los personajes.

Los distintos medios influían de manera distinta según el personaje; por ejemplo con las cartas de Nené, ella luego de responder las cartas de la madre de Juan Carlos, prende la radio y escucha el tango que trata sobre la tristeza de la realidad de dos amantes. La noche invernal descrita en el tango puede ser tomado como la futura separación entre Nené y Juan Carlos debido a la enfermedad que lo agobia a él; por que la muchacha lo tenía en el frío de la noche durante tanto tiempo. Están también, las revistas sentimentales de Mabel, ya que no es una letra de una canción lo que nos anticipa la vida amorosa del personaje, sino, las contestaciones de la redactora de la revista.

En Boquitas azules, Mabel fracasa en la posibilidad matrimonial que la hubiera convertido en estanciera y en la decimosexta entrega, con el epígrafe “sentir que es un soplo la vida”, se la muestra mirando a su nieto de dos años con las extremidades izquierdas dentro de aparatos ortopédicos, sonriendo.

También están las películas románticas de la Rabadilla, ya que mientras realiza sus labores piensa y se remite constantemente a las películas argentinas vistas días atrás. En ellas se narraba el amor entre una sirvienta y un estudiante. Sabiendo la Raba todo lo que le decían sobre ese tipo de relaciones, se cuestionaba la vida que había tenido la sirvienta, con final feliz. Se nos anticipa aquí como ella iba a ser madre soltera y luego quizá alguien vendría a defenderla para que todo al final sea felicidad. Mas es aquí en esta parte de la historia que la Raba que todo lo que se nos dice de las películas no se cumple en la vida de Raba. Marcando tal vez como la ficción de las películas puede llegar a cegarnos frente a los problemas de la vida diaria; a pesar de que nos permite soñar.

Todos los personajes sueñan con el anhelo de buscar o seguir a este amor imposible. Están siempre tras de un ideal de lo que quisieran para ellos, mientras se pierden de todo lo que les dio la vida. Al mismo tiempo este ideal de amores como los de las novelas, cine o las canciones, les permite soñar, y estar siempre enfrascados en la búsqueda de un amor que los hace sentir que son seres humanos. Nené muere con la ilusión de reencontrar a Juan Carlos en el más allá, Mabel pierde el carmesí de sus boquitas pintadas y la Rabadilla forma una gran familia. A pesar de que llegaron a un final feliz, siempre estuvieron acompañadas por la nostalgia y el dolor.

Un comic de Boquitas Pintadas!!


Datos interesantes del autor:

  • Manuel Puig se estrenó como autor a la edad de 38 años con: La traición de Rita Hayworth.
  • Según Manuel, su padre era un hombre bueno, pero muy machista: eso los distanció desde que el escritor era aún un niño.
  • El lugar en el que transcurren la mayoría de sus historias es en: Coronel Vallejos, una reproducción casi fotográfica del pueblo en el que el escritor había vivido de niño: General Villegas. "Lo que daba prestigio en Villegas era humillar a las mujeres, reivindicar la fuerza del macho. Por eso de chico anhelaba ir al cine, donde la bondad, el sacrificio y la humildad eran premiados", declaró Puig.
  • El escritor siempre recordó su primera infancia con alegría. Sin embargo, ese mundo protegido se terminó a los 10 años: en 1943 se murió su hermanito recién nacido, intentó violarlo un muchacho de 15 años y dejó de crecer. "Fue el fin de la felicidad", dijo.
  • Fue comparado con Corín Tellado por Mario Vargas Llosa; el cuál amenazó con edejar el jurado si su obra La traición de Rita Hayworth ganaba: "ese argentino que escribe como Corín Tellado".
  • En 1967, Boquitas pintadas, llevó al autor a la fama: Las revistas dedicadas a las adolescentes hablan de la moda "boquitas pintadas".
  • La prensa de los 60, interesada en difundir nuevas tendencias, empieza a convertir a Puig en un personaje.
  • Puig siempre desconfió de la crítica, especialmente de la crítica argentina. No se cansó de declarar que "casi unánimemente me descalifica.
  • Manuel decía: «No escogí la literatura, la literatura me escogió a mí».

Manuel Puig y la magia del relato

Por Ricardo Piglia

La educación sentimental. El gran tema de Puig es el bovarismo. El modo en que la cultura de masas educa los sentimientos. El cine, el folletín, el radioteatro, la novela rosa, el psicoanálisis: esa trama de emociones extremas, de identidades ambiguas, de enigmas y secretos dramáticos, de relaciones de parentesco exasperadas sirve de molde a la experiencia y define los objetos de deseo. Puig ha sabido aprovechar las formas narrativas implícitas en ese saber estereotipado y difuso.

Modos de narrar. Puig ha sabido encontrar técnicas narrativas en zonas tradicionalmente ajenas a la literatura: las revistas de modas, la confesión religiosa, las necrológicas se convierten en modos de narrar que permiten renovar Las formas de la novela. Al mismo tiempo manejó siempre los procedimientos más intensos del relato (el suspenso, el escamoteo de las identidades, las revelaciones sorpresivas, las omisiones y las implicancias oblicuas, el desenlace sorpresivo y brutal) e hizo ver que el interés narrativo no es contradictorio con las técnicas experimentales. El collage, la mezcla, la combinación de voces y de registros que rompen con los estereotipos de la novela tradicional se convierten también en un elemento clave del suspenso narrativo.

Después de la vanguardia. Puig fue más allá de la vanguardia; demostró que la renovación técnica y la experimentación no son contradictorias con las formas populares. Comprendió de entrada qué era lo importante en Joyce. "Yo lo que tomé conscientemente de Joyce es esto: hojeé un poco Ulises y vi que era un libro compuesto con técnicas diferentes. Basta. Eso me gustó." Por supuesto, ésa es toda la lección de Joyce, multiplicidad de técnicas y de voces, ruptura del orden lineal, atomización del narrador. Un escritor no tiene estilo personal. Escribe en todos los estilos, trabaja todos los registros y los tonos de la lengua.

La verdad y la ficción. En sus cuatro novelas siguientes la voluntad documental e hiperrealista de Puig se resuelve con una innovación técnica que lo coloca en la mejor dirección experimental de la narrativa contemporánea. Puig comienza a usar el grabador y la transcripción de una voz y de una historia verdadera a la que somete a un complejo proceso de ficcionalización. Valentín Arregui en El beso de la mujer araña ; Pozzi en Pubis angelical ; Larry en Maldición eterna a quien lea estas páginas . Son personajes y vidas reales a las que Puig contrapone una voz ficcional que dialoga y las enfrenta: Molina, el preso homosexual en El beso; Ana, la muchacha que se muere de cáncer en Pubis; el viejo enfermo y paralítico en Maldición. Ese contraste (exasperado hasta el límite en la magnífica Maldición eterna, la mejor novela de Puig desde La traición) crea un extraño desplazamiento: Puig ficcionaliza lo testimonial y borra sus huellas.

Un crimen. El crimen que se narra en Boquitas pintadas condensa bien el mundo narrativo de Puig. En esa muerte y en el desplazamiento de las culpas se tejen, más nítidamente que en toda la novela, las relaciones jerárquicas que sustentan la intriga y los elementos melodramáticos que acompañan un mundo de rígidas diferencias sociales. La malvada de buena familia, la sirvienta engañada, el cabecita negra, la niña bien, la madre soltera, elpolicía ambicioso: las figuras del folletín están en primer plano, aunque el crimen no ocupe el centro de la novela. Se ve por otro lado allí un aspecto de Boquitas que a menudo ha estado disimulado por la lectura "paródica" del texto: las relaciones de violencia yengaño que definen la trama social y que Puig ha ido poniendo cada vez más en la superficie de su mundo narrativo.

Extraído del libro "LA Argentina en pedazos" de Ricardo Piglia© 1993 Ediciones La Urraca

Poema Rubias de Nueva York

Manuel Puig se inspiró en la letra de tango de Alfredo Le Pera para crear su famosa obra Boquitas Pintadas.

Rubias de New York
Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera

Peggy, Betty, July, Mary,
rubias de New York,
cabecitas adoradas
que mienten amor.
Dan envidia a las estrellas,
yo no se vivir sin ellas.
Betty, July, Mary, Peggy,
de labios en flor.

Es como el cristal
la risa loca de July,
es como el cantar
de un manantial.
Turba mi soñar
el dulce hechizo de Peggy,
su mirar azul
hondo como el mar.

Deliciosas criaturas perfumadas,
quiero el beso de sus boquitas pintadas.
Frágiles muñecas
del olvido y del placer;
ríen su alegría,
como un cascabel.

Rubio cocktail que emborracha,
así es Mary.
Tu melena que es de plata
quiero para mí.
Si el amor que me ofrecías
sólo dura un breve día,
tiene el fuego de una brasa
tu pasión, Betty.


Deliciosas criaturas perfumadas,
quiero el beso de sus boquitas pintadas.
Frágiles muñecas
del olvido y del placer,
ríen su alegría,
como un cascabel.

jueves, 17 de enero de 2008

Entrevista a Manuel Puig

Cine y Sexualidad

-La mayor parte de los intelectuales argentinos exiliados volvieron al país tras la caída de la dictadura militar. ¿Por qué usted no volvió?
-Cuando todos estaban en el exilio ninguno se interesó por mi suerte, nunca. Sobreviví con mis medios. Quizá fue demasiado fuerte el rechazo que sentí. Sobre el eco de mi obra le diré una cosa y no me va a creer. Desde hace dos años "El beso de la mujer araña" circula libremente y sin embargo no salió ni siquiera un comentario. Con Alfonsín la censura no existe más, pero no se escribió una sola línea para un iibro que ha suscitado tantas reacciones, positivas y negativas en tantos países del mundo.
-Después de Italia y París se fue a Nueva York. Ahora vive en Río de Janeiro en vez de Buenos Aires. ¿Por qué abandonó Nueva York, el centro del mundo?
-Soy afortunado, no tengo necesidad de vivir en una ciudad, de ir a la oficina. Mi trabajo lo puedo hacer donde sea. Y Nueva York tiene esos inviernos tremendos, esos veranos ardientes, y en un determinado momento, me pareció que no era muy sano. Me fui también por la llegada de Reagan; yo no creía que el pueblo americano llegara al punto de elegir a Reagan, que tenía en sus espaldas el caso Angela Davis, porque él era el gobernador de California cuando aquello sucedió. Y poco a poco sentí que, incluso, el clima cambiaba. Yo, por ejemplo, había vivido en Estados Unidos durante todo el período del movimiento hippie, que había sido una cosa muy grande, muy importante, y ver cómo se moría en un espectáculo que no podía soportar. Para mí, Europa y Estados Unidos son, de todas formas, lugares para volver, pero para mi vida cotidiana necesito una realidad sudamericana. En Brasil hay una tolerancia que yo no había encontrado nunca, distinta de la de Nueva York, donde podés andar desnudo y ninguno dice nada, pero porque de alguna manera nadie te ve ni te observa. La mirada carioca es otra cosa, no es critica pero jamás es indiferente.
-¿Qué piensa el autor de "El beso de la mujer araña" de esta version cinematográflca y americana?
-Cuando la vi solo, en la cabina de montaje, antes de que saliera sobre la pantalla, estaba muy preocupado, me parecía muy distinta del libro... Y ya me había preocupado antes, por la elección de los protagonistas. No los veía en sus papeles, eran muy distintos físicamente. El actor Raúl Julia, demasiado viejo para Valentín, que es un chico de 26 años, y William Hurt, con un físico demasiado definido. A Molina me lo imaginaba al borde de los 40 años, con poco cabello, ni lindo ni feo... En la novela, Molina es un personaje gris, que no asume su cuerpo. Y en la cabina se me confirmaban todos mis temores. Pero cuando después la vi con el público fue una sorpresa enorme. Sentí que quien había realizado la película había alcanzado a comunicar mucho de lo que yo había querido decir con el libro. Por otros caminos, pero lo había hecho. Así es que puedo decir: ésta no es mi película, es la película de Babenco. pero yo estoy satisfecho.
-De todas maneras ni la CBS ni Héctor Babenco, el director de la película, pidieron su colaboración para el guión -en el que usted tiene la experiencia de "Boquitas pintadas" y de "Recuerdo de Tijuana"- ni para la dirección. ¿Por qué? ¿Para tener mayor control sobre el texto y sobre la película?
-Yo tuve un control mínimo, esto es cierto, pero había vendido los derechos y por lo tanto no debo lamentarme de nada. La dirección, en realidad, me la habían casi ofrecido, pero yo no la quise. No me gusta el trabajo de dirección, me parece demasiado autoritario. Para el guión, en cambio, no es que no haya querido, yo lo habría hecho, pero desde el principio habían decidido que tenía que hacerlo un norteamericano. Yo conozco bien el inglés, escribí inclusive un libro en inglés, pero quizás ellos no se confiaban lo suficiente.
-¿Cómo cree usted que se expresa el tema de la homosexualldad en la película?
-Me parece que la película puede ser una metáfora de lo que yo pienso de la homosexualidad. Para mí, la homosexualidad no existe, es una proyección de la mente reaccionaria. Quiero decir: hay personas que realizan actos homosexuales, pero sería necesario entender que el sexo no tiene trascendencia, no tiene peso moral. El sexo es como comer, beber, dormir, forma parte de la vida vegetativa y por esto es que no me parece que la identidad deba pasar a través de la sexualidad. La idea de dar un peso moral al sexo es un crimen cometido hace muchos siglos, se dice que fue un patriarca el que concibió esta monstruosidad para controlar a las mujeres.
-¿Entonces usted tampoco cree en la identidad gay, en la cultura gay?
-Yo admiro mucho a los movimientos de liberación gay pero creo en la integración y pienso que hay que hacer una propuesta más radical: negar el sexo como signo de identidad. Yo he tenido conflictos muy graves con la cultura gay, pero creo que es un hecho necesario porque estamos en un estado de transición. Por otra parte, mi crítica más amarga es que en Estados Unidos a las minorías se las calma así, formando un ghetto. Y es el ghetto lo que a mí no me parece bien. Cuando la película se presentó en Cannes suscitó polémicas irritadas entre algunos críticos sudamericanoss molestos por lo que definían como una imagen sin matices del joven revolucionario. En la película, en efecto, Molina es asesinado por los compañeros de Valentín y ese gesto parece una verdadera crueldad, una prueba de falta de humanidad. También en el libro Molina es asesinado por los revolucionarios, pero es él el que lo pide antes de que la policía descubra la cita, porque sabe que si lo meten preso no va a tener la fuerza de no hablar y así es que prefiere morir. quedar limpio a los ojos de la persona amada, en un sentido romántico y muy femenino ¿no? Porque antes que nada, para él está el rol que se ha elegido en la vida. Por lo demás, toda la novela es una reflexión sobre los roles; los dos personajes están oprimidos, prisoneros de los roles, y lo interesante es que en un cierto momento logran huir de los personajes que se han impuesto. Pero no es que superen todos los límites; Molina queda como la heroína romántica que elige la muerte bella, el sacrificio por el hombre amado.
-¿Y la dureza, el aplanamiento del personaje de Valentín?
-Sí, en el libro y en las versiones teatrales Valentín tiene más matices, en el film es menos conflictivo y también menos contradictorio. Quizás esta graduación es la que funcionó para el público norteamericano, la otra en cambio no los habría convencido. Quiero decir... un público reaccionario encuentra, por ejemplo, simpático a este Valentín, porque queda golpeado por su generosidad, por el hecho de que él sea capaz de hacer un sacrificio como hacer el amor con el otro, contra todos sus prejuicios sexuales. En resumen, yo no siento mía la película pero veo que funciona, y con eso me quedo en paz.
-Usted una vez escribió que su elección de la literatura, respecto del espacio cinematográfico, se debía también a una posibilidad de "realismo" que el cine no permite...
-Cuando elijo una historia realista me encuentro mucho mejor con la literatura porque siento el realismo muy ligado al método analítico de trabajo, que permite la acumulación de detalles. En el cine, en cambio, me siento mucho más a gusto en las narraciones fantásticas, alegóricas. Para mí, la fantasía es síntesis, como el cine, como los sueños nocturnos, verdaderos modelos de síntesis donde en un minuto pasa delante nuestro una historia entera. El realismo cinematográfico, en cambio, me da un poco de miedo, tengo miedo de quedar encerrado en un realismo fotográfico.

Entrevista de Giovanna Pajetta a Manuel Puig aparecida en Crisis, Nº41, abril de 1986. ©